El mercado de precios de los metales ha sufrido variaciones significativas tanto ascendentes como descendentes, en el caso del oro por la enorme demanda como activo de refugio la coyuntura ha elevado su precio. Actualmente El oro está encontrando respaldo en las preocupaciones sobre una segunda ola de infecciones a medida que algunos estados de Estados Unidos ven dispararse la cantidad de casos.
El precio del oro ha subido un 16% en lo que va del año debido al aumento de las medidas de estímulo de los bancos centrales y los gobiernos a nivel mundial para amortiguar del golpe de la pandemia del COVID-19 en las economías. Según el Consejo Mundial del Oro, los fondos que permiten a los inversores rastrear el precio del oro, atrajeron un enorme capital. En total, las existencias mundiales de estos productos aumentaron a un máximo histórico de 3.185 toneladas. un aumento de 298 toneladas con respecto al año anterior, y la demanda de monedas de oro aumentó en un 36% interanual.
En el mes de abril, el oro alcanzo máximos de siete años, y su precio fue descendiendo en mayo después de los resultados prometedores de una prueba temprana de la vacuna contra el coronavirus, en el mes de Julio viene sufriendo un ascenso debido a las preocupaciones por una segunda ola de infecciones de Covid-19. Este proceso es conocido por los mineros y tiene una naturaleza cíclica que se va a revertir en cuanto se supere la crisis con lo cual se va a generar nuevas oportunidades para valorizar activos en el mercado minero.
En cuanto a la mediana y pequeña minería el presente escenario es que momentáneamente los capitales para perforar ya casi son inexistentes y aparece un creciente pánico a asumir el “riesgo geológico” entre los inversionistas aun contando con reportes calificados bajo NI43101 o similares es muy difícil obtener fondos para nuevos proyectos mineros. La inversión ahora se concentra prioritariamente en operaciones que ya producen flujo de caja, que están operando, que ya tienen permisos y que sobretodo, tienen potencial para poder crecer a partir de dichas unidades mineras. El contexto para los grandes proyectos mineros lamentablemente es el de esperar porque simplemente no están agendados, en tiempos de crisis representa una oportunidad perdida porque justamente este es el momento donde estratégicamente se requiere de ellos.