Muchos recordamos aquel fatal día de enero del 2019 en el que cerca de 270 personas murieron por colapso y la liberación de un río de lodo que cubrió edificios cercanos y forzó la evacuación de cientos de lugareños en el estado Brumadinho la cual es operada por Vale, las entidades reguladoras de minería en Brasil ordenaron detener las operaciones en Vargem Grande buscando así priorizar la estabilidad de sus presas para que un hecho similar no pueda volver a ocurrir. En junio del 2019 Vale pudo reanudar las operaciones de algunas de sus minas de Hierro en Brasil.
A fines de enero del presente año, después de 2 años, Vale reanudo en su totalidad la producción de pellets en la Mina Vargem Grande en Mina Gerais con una capacidad de 7 millones de toneladas de pellets, se espera que la planta produzca aproximadamente 4-5 millones de toneladas en 2021.
La audiencia de conciliación entre Vale y el gobierno de Minas Gerais sobre la indemnización por las pérdidas causadas por la ruptura de la presa en Brumadinho terminó sin acuerdo. Minas Gerais solicita una indemnización de 54.600 millones de reales (10.300 millones de dólares), cifra que incluye la reubicación y el daño psicológico sufrido por los sobrevivientes y familiares de las víctimas, pedido en la cual no se ha llegado a un acuerdo aun hasta la redacción de este artículo.
Para evitar más pérdidas de vidas humanas y empujar a las empresas mineras a mejorar sus técnicas de monitoreo de represas, necesitamos la aplicación de nuevas tecnologías, sabemos de la existencia de investigadores británicos que actualmente buscan desarrollar la tecnología llamada ISBAS (Intermittent Small Baseline Subset) que es una técnica avanzada de InSAR que puede ayudar a superar las limitaciones que se enfrentan cuando se utilizan algunas de las técnicas InSAR más convencionales sobre terreno con vegetación, en la cual se combinan sensores en el suelo, las técnicas avanzadas de InSAR pueden ser una valiosa adición a la caja de herramientas de monitoreo para evacuar y proteger la vida.